domingo, 7 de agosto de 2022

ESCALONES AL CIELO

 


Paseaban despacio, por la acera, inmersos en la conversación y no se dieron cuenta. Frente a ellos se alzaba un dúplex con tres plantas, de estrecha fachada, con cuatro o cinco escalones en la puerta de entrada, que lucía en una de sus ventanas de la planta superior, una pancarta reivindicativa. 

Cuando se acercaban, aún ensimismados el uno con el otro, un hombre salió de la casa acompañado de un amigo. Bajó los escalones rápidamente, casi saltándolos, se giró para mirar con alegría a su acompañante y hacerle gestos graciosos, estaba contento, se le notaba; tal vez por eso, a pesar de su cercanía, no vio a su esposa acompañada.

Ella se sobresaltó. ¡Qué te va a ver!, - le dijo- ¡corre!, ¡corre! Y él, inquieto por la urgencia, retrocedió hasta voltear la esquina donde se sintió a salvo, aunque no dejó de andar solo por las calles. No sabía dónde iba, no tenía donde ir.