lunes, 27 de enero de 2014

SOLO.


...Se acercaba la hora punta del cañeo, cada vez había más gente ocupando todo el espacio interior y por la calle, el movimiento de los que se acercaban se confundía con el de los que salían.  Tanta afluencia se debía a la llegada de los que habían estado compitiendo. El resultado era lo que menos nos preocupaba, lo verdaderamente importante, en ese momento, era encontrar un sitio donde quedarnos y un hueco por donde entrar a pedir las cañas, pues la gente se agolpaba delante de la puerta...

La fotografía que quedó para siempre en el recuerdo, no reflejó que, como casi siempre, habíamos perdido...