martes, 11 de junio de 2013

AÚN LLENA DE GENTE, EN LA CALLE SE PUEDE ESTAR A SOLAS...

...Se quedó con nosotros mientras el camarero atendía a un servicio interminable, y yo, que observaba, absorto y ausente de todas las conversaciones de mis acompañantes, sabía que la confusión de mis pensamientos, se entremezclaba con los nervios que, a galope, afloraban en mí, sin control...